
Introducción:
Los controladores (drivers) son componentes esenciales que permiten que el hardware funcione correctamente con Windows. Sin embargo, a veces una actualización del controlador puede provocar errores, pantallas azules (BSOD), fallos de rendimiento o pérdida de funcionalidad. En esos casos, Windows ofrece la opción de revertir el controlador a una versión anterior. En esta guía aprenderás cuándo conviene hacerlo, cómo realizar el proceso correctamente y qué precauciones debes tomar.
¿Cuándo deberías revertir un controlador?
Algunos síntomas de que un nuevo controlador puede estar fallando:
- Dispositivos que dejan de funcionar (teclado, ratón, audio, red).
- Problemas gráficos tras una actualización del driver de video.
- Disminución notable en el rendimiento del sistema.
- Errores tras instalar controladores desde software no oficial.
Caso práctico: Después de una actualización automática, el sonido desaparece. Revertir el controlador de audio puede ser la solución inmediata.
Cómo acceder al Administrador de dispositivos
- Pulsa Win + X y selecciona Administrador de dispositivos.
- También puedes escribir “Administrador de dispositivos” en el menú Inicio.
- Se abrirá una lista con todos los componentes de hardware del sistema.
Consejo: Asegúrate de identificar correctamente el dispositivo que presenta problemas antes de modificar su controlador.
Proceso para revertir un controlador
- En el Administrador de dispositivos, haz clic derecho sobre el dispositivo afectado.
- Selecciona Propiedades.
- Ve a la pestaña Controlador.
- Haz clic en el botón Revertir al controlador anterior (Revertir controlador).
- Windows te preguntará por qué deseas revertir. Selecciona una opción y confirma.
- El sistema instalará la versión anterior y te pedirá reiniciar.
Nota: Esta opción solo estará disponible si existe una versión anterior almacenada localmente (por ejemplo, si se actualizó recientemente).
Qué hacer si la opción no está disponible
En algunos casos, el botón “Revertir” aparece atenuado. Esto puede deberse a:
- El controlador nunca se actualizó.
- El sistema eliminó versiones anteriores.
- Fue instalado un controlador genérico.
Alternativas: - Buscar manualmente el controlador anterior desde la página del fabricante.
- Utilizar puntos de restauración si se crearon antes de la instalación.
- Desinstalar el controlador actual y dejar que Windows instale uno por defecto tras reiniciar.
Precauciones y recomendaciones
- No reviertas drivers si no hay fallos evidentes. En algunos casos, versiones antiguas tienen vulnerabilidades.
- Evita instalar controladores desde fuentes no oficiales. Usa solo sitios del fabricante (Intel, NVIDIA, AMD, Realtek, etc.).
- Crea un punto de restauración antes de realizar cambios.
- Si el problema afecta gravemente al sistema, puedes iniciar en modo seguro para revertir el controlador desde allí.
Conclusión:
La función de reversión de controladores es una herramienta valiosa cuando una actualización compromete la estabilidad o funcionalidad de Windows. Con unos pocos clics puedes restaurar el estado anterior del hardware y evitar mayores complicaciones. Acompañada de buenas prácticas —como usar siempre controladores oficiales y mantener puntos de restauración activados— te permitirá tener un sistema estable y predecible.